En un momento en el que se demanda rapidez, los neobancos ofrecen eficiencia y dominio de la tecnología
El contexto actual ha obligado al tejido empresarial a parar y valorar sus posibilidades para hacer frente a un futuro incierto y poco prometedor. En consecuencia, las prioridades y los planes de las empresas han cambiado y estas han dirigido sus esfuerzos a adaptar su estrategia de negocio para sobreponerse a esta crisis. En este sentido, la mayoría de empresas han detectado la necesidad de abordar de forma urgente la digitalización de su negocio. En primer lugar, para poder seguir operando y permitir a sus empleados poder trabajar en remoto. Y en segundo lugar, pensando más en la continuidad de su negocio a medio y largo plazo. Ambas requerirán del desarrollo de nuevas habilidades por parte de los equipos y la incorporación de nuevos talentos que permitan a las empresas seguir siendo competitivas y ágiles en la nueva realidad.
Muy pocas pymes y autónomos en nuestro país gozan del lujo de tener recursos financieros ilimitados. En este proceso de cambio apresurado hacia un negocio más digitalizado, les surge otra necesidad inminente; la de realizar una gestión más eficiente de sus finanzas. Esto incluye un control más exhaustivo de sus gastos, entender de forma clara sus comisiones y costes financieros y, cómo no, tener acceso a un servicio de atención rápido y eficaz por parte de su entidad financiera. Todo ello en una realidad abrupta marcada por trabas burocráticas, restricciones, escasez de fondos y negocios que han debido paralizar su actividad para poder sobrevivir a esta situación inestable.
A pesar de que la banca tradicional sigue siendo popular, las comisiones ocultas demasiado altas y la baja rentabilidad están haciendo que estas entidades tiren piedras sobre su tejado. Así, no es de extrañar que, ante esta situación, las empresas hayan recurrido a actores que puedan satisfacer los nuevos requerimientos de forma eficiente y con la ventaja que supone la tecnología, en línea con lo que buscan para su propio negocio.
Mientras que la mayoría de los sectores se han visto perjudicados por la pandemia mundial que estamos experimentando, el sector fintech está en pleno auge. En concreto, los neobancos han acaparado un mayor protagonismo, ya que, por su ADN digital, se han adelantado aportando soluciones a los principales problemas de empresas y empresarios: pérdida de tiempo a la hora de realizar gestiones básicas, comisiones ocultas y cargos añadidos, procesos tediosos para solicitar productos y servicios, y mala y lenta atención por parte de su entidad bancaria.
En un momento en el que la rapidez a la hora de responder a los cambios de los mercados es clave, las fintech están preparadas para dar una respuesta favorable. Es más, han asumido su parte de responsabilidad aprovechando su carácter tecnológico para liderar el sector de la banca. Ofrecer nuevos servicios, emplear los datos con los que cuentan para generar ofertas más personalizadas y, así, aportar su granito también en el proceso de esa vuelta a la nueva realidad.
Empresarios
El tejido empresarial ha tenido y tendrá que seguir reinventándose. Por esto, contar con una solución óptima, segura, transparente y rápida a la hora de gestionar correctamente las finanzas, permitirá poner el foco de empresarios y autónomos en lo verdaderamente importante, seguir haciendo crecer sus negocios.
En este sentido, el escenario post-Covid-19 puede ser una oportunidad para que las empresas lleven al máximo su capacidad, se reinventen y exploten nuevos modelos y alternativas de negocio. Contar con un neobanco como aliado en este proceso permitirá que estas se centren en su expansión, buscando el aspecto diferencial y aumentando sus posibilidades en un terreno de juego cada vez más competitivo.
Previsiones
El contexto en el que todos nos vemos envueltos no ofrece previsiones muy esperanzadoras a largo plazo. En el sector bancario se prevé que la morosidad aumente, los tipos de interés se mantengan bajos, y que tenga que adaptarse a las nuevas formas de consumo de los usuarios.
Todo ello apunta a que la recuperación, cercana a 2022, estará marcada por estrategias casi 100% digitales. En este sentido, los retos de las fintech también serán exigentes, puesto que estas deberán lidiar con las expectativas generadas por una banca tradicional que no ha sabido dar solución a las necesidades de los clientes.
La nueva realidad y las fintech van de la mano, siendo estas el vehículo ideal para afrontar un futuro incierto en muchos ámbitos.
Fuentes: cincodias.pais.com (Carles Marcos i Guàrdia country manager de Qonto en España)