A la dificultad de encontrar rentabilidades estables sin riesgo al construir carteras de inversión, se suman los tipos negativos que penalizan la liquidez. Por ello, empiezan a expandirsesoluciones imaginativas, como la inversión en ‘fintechs’ especializadas en ‘crowdlending’ a través de las que evitar los depósitos bancarios.
“Llevaba tiempo analizando el mercado para evitar los depósitos bancarios, ya que en el mejor de los casos es un 0%. Propuse a la entidad con la que trabajo evitar los depósitos con la liquidez de las carteras y colocarla en una ‘fintech’ relacionada con el ‘crowdlending’ y me han dado el OK”, señala un agente financiero de un conocido banco especializado en altos patrimonios.
Fuentes del sector explican que es una práctica que está creciendo entre los agentes financieros de banca privada, que son asesores que funcionan como autónomos pero con vinculación a una única entidad. De esta forma, evitan que el banco con el que trabajan asuma el coste de tener más liquidez en depósitos, penalizados en hasta un 0,5% por el Banco Central Europeo (BCE).
Algunos bancos españoles como BBVA o la filial de ING ya han anunciado que cobrarán por volúmenes grandes de depósitos a clientes con poca vinculación. El banco presidido por Carlos Torres cobrará un 0,3% anual a posiciones de más de 200.000 euros, mientras que en la entidad holandesa el coste será de 10 euros al mes si tienen 30.000 euros o más sin ingresos domiciliados.
Son todavía una excepción en España, aunque ya hay entidades internacionales haciéndolo. En cualquier caso, aunque no cobren, la liquidez no cuenta con rentabilidad desde hace años por la política monetaria, que busca que el dinero fluya hacia el crédito o inversiones para crear dinamismo económico.
Esta línea es la que se está extendiendo entre agentes financieros que consideran que no vulnera el perfil de riesgo de los clientes. Uno de los ejemplos es IbanWallet, que comercializa cuentas remuneradas en España a través de un acuerdo con la ‘fintech’ Neofinders.
La cuenta que seduce a los agentes de banca privada es la oferta de un 2,5% anual sin permanencia. La forma de trabajar de IbanWallet, que tiene licencia de entidad de dinero electrónico en Reino Unido, es invertir en bolsas de crédito a través del ‘crowdlending’ o de entidades financieras en mercados emergentes con tipos de interés más altos como México y captar inversores en mercados desarrollados como España, donde hace falta una rentabilidad inferior por los tipos bajos o negativos.
Desde Neofinders, explican que el 30% del dinero que invierte un inversor en estas cuentas remuneradas se queda en liquidez, y el otro 70% se invierte en créditos. La fórmula se llama subyacente de ‘crowdlending’ indirecto, al comprar crédito a originadores que desarrollan plataformas donde se pone directamente en contacto a los solicitantes de financiación con personas físicas que son potenciales acreedores.
Asimismo, la ‘fintech’, que aspira a ser empresa de asesoramiento financiero (EAF), señala que los créditos en los que se invierte son con garantía como colateral y seguro de recompra, reduciendo el riesgo de morosidad. Así, el riesgo se limita a que haya una falta de casamiento entre activo y pasivo por retiradas masivas de dinero, algo que recuerdan en la empresa que puede pasar con cualquier banco, si bien en la banca hay acceso a los mercados de capitales y al BCE para limitar esta amenaza.
Los agentes financieros trabajan de forma vinculada con bancos, pero tienen autonomía para gestionar la cartera de sus clientes, variando esta según la entidad. Este tipo de fórmulas está creciendo para elevar la rentabilidad potencial de la cartera. Tienen incentivo para ello, ya que el tamaño del volumen de activos gestionados y sus rentabilidades marcan los emolumentos de los agentes, que suelen trabajar a comisión.
La cifra de agentes financieros se situó al cierre de 2020 en 5.820, tras un aumento anual de 56, según los datos del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) recopilados por IntelectSearch. Mediolanum se situó en primer lugar, con 1.338 agentes, 282 más que el año anterior, mientras que BBVA realizó un recorte de 352, que se une al del ejercicio previo, y acaba con 1.227. En tercer lugar está Banco Santander, con 949, y en cuarto lugar, Bankinter, con 353.
Los dos grandes bancos españoles tienen agentes principalmente por las zonas rurales, no por ser gestores de banca privada, algo que sí sucede en Bankinter, Santander Private Banking (153 agentes), GVC Gaesco (135) o Andbank (128), entre otros.
Fuentes: elConfidencial.com (Óscar Giménez)